Muros que no ha puesto Hungría

El gobierno húngaro se ha ganado la reprobación internacional con la valla que ha levantado a lo largo de la frontera con Serbia, para frenar a los inmigrantes y refugiados. No acepta el reparto aprobado por la Unión Europea para aliviar a la desbordada Grecia y está decidido impedirles la entrada.

Con menor coste para su fama, también el gobierno británico ha comenzado a levantar un muro. Está en territorio francés, cerca de la “jungla” de Calais, donde aún se hacinan casi siete mil inmigrantes. Ya existe una valla para cortarles el paso a la costa, donde muchos esperan abordar una embarcación que los lleve de contrabando a Inglaterra. El nuevo muro se extenderá un kilómetro a lo largo de la carretera que lleva al puerto. Se trata de que los habitantes de la “jungla” no puedan meterse en los camiones que se dirigen a cruzar el Canal de la Mancha. Costará 2,7 millones de euros, que ha puesto íntegros el Reino Unido. Francia ha dado el permiso, en consonancia con su trato con el gobierno de Londres, por el que se puso el control de la frontera en el continente, a cargo de agentes de ambos países.

No vamos a equiparar esta defensa antiinmigrantes con la húngara. La británica es mucho más corta, aunque no tanto si se cuenta la alzada por Francia en las cercanías. Es también más alta (4 metros) y, además, de hormigón, no como la valla metálica de Orbán. Y estará “vegetalizada”, a fin de evitar la contaminación visual… pero solo por el lado de la carretera: para los que querrían saltarla, será completamente gris.